Hobby ingrato…

25 Jul 2015 | Aviones, Noticias

¡Ring… ring…! Suena el teléfono y escucho a Domingo decir las palabras mágicas: ¡¡¡Hoy estreno!!!
Tras meses de trabajo en el acondicionamiento y montaje de esta Pitts de la casa Pilot (y que al parecer ha estado abandonada en un trastero durante más de 15 años…) , por fín llegaba el día del estreno.
Casualidades del destino que esa misma mañana (despues de 1 año en dique seco por reparación) había decidido volar la mía (de Dynam) con tan mala fortuna de proceder a realizar un giro cerrado que la dejó sin apenas velocidad un minuto antes de disponerme a aterrizar El resultado como podéis imaginar : rosca y al suelo.

Pero la jornada de Pitts no acababa ahí y a las siete la masa crítica del club (familiares incluídos) estabamos en el campo de vuelo esperando ver volar al bicho. He de reconocer que jamás había visto en el club un estreno «tripartito»: por un lado el propietario, por el otro el constructor y por úiltimo el piloto.

Ciertamente el biplano ha quedado de cine, con un entelado profesional y con aspecto muy sólido. La única cosilla que no me convence es el peso: 2kg parecen ser demasiados para esa envergadura, aunque el motor a priori aguante el tipo. Sin duda es un avión que entrará rapidito en pista.

El viento es racheado y bastante molesto para un estreno, por lo que obliga a elegir muy bien la senda de despegue dada la peculiar orografía de nuestra pista.

Pero no se puede tener todo , así que la ilusión por ver volar ese biplano puede con todos, quienes instintivamente damos el OK para que el piloto inicie el despegue. El biplano carretea alegremente por la pista pero parece no querer levantar el vuelo. Es como si le faltase motor y la pista es demasiado incómoda para alargar mucho más la carrera de despegue. Como resultado el avión capota con el único daño de la rotura de un travesaño de la bancada y la hélice.
Todos pensabamos que la jornada acababa ahí , pero Domingo ( experto en reparaciones de campo sin importar su entidad) consiguió darle una segunda oportunidad.
Ahora sí, de nuevo nos dirigimos a pie de pista y …. el biplano carretea …despega….y se cuelga en exceso para describir una parábola sin mando alguno para poder recuperarlo.

El resultado: bancada, timón, soporte de las alas…. Bastante poco para lo que podía haber sido.
Sin duda el centro de gravedad estaba excesivamente retrasado. Totalmente ingobernable.

Este hobby, capaz de proporcionarnos las mayores satisfacciones puede ser así de ingrato e inmisericorde. Salvar ese primer vuelo que nos permita subirlo a una altura de seguridad y poder trimarlo se convierte a veces en poco mas o menos que el Santo Grial (y la gloria cuando lo consigues, claro) 🙂

Afortunadamente todos coincidimos en la viabilidad de la reparación y pronto podremos asistir de nuevo al re-estreno de este precioso biplano.

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