De vez en cuando nos gusta salir fuera y conocer de primera mano a otros aeromodelistas que al igual que nosotros intentan disfrutar de su afición y por qué no, enseñar y compartir sus logros y nuevos proyectos con los demás.
En esta ocasión hemos tenido el placer de pasar una jornada de vuelos con Emilio Sánchez, un aeromodelista de los de antes que lleva años en el «oficio» y que como podéis ver disfruta tanto de la construcción tradicional como del placer de volar.
A Emilio lo conocí recientemente en el Día del Club las Aguilas cuando me aproximé a ver el único autogiro aparcado entre tanta maqueta, biplano, jets… Un autogiro tipo Bensen de construcción artesanal que volaba francamente bien (eso sí, recuerdo que necesitaba muuucha pista para despegar al no utilizar prelanzador).
En apenas cuatro años se ha convertido en uno de los mayores especialistas en autogiros RC de España.
Nos enseña con orgullo su taller en Santa María del Tiétar, presidido por su último gran desafío: un autogiro bipala tipo Bensen con chasis de acero y motor de 50cc que competirá de tú a tú en tamaño con el C4-XXL de nuestros amigos de ARCM.
Planos, maquetas a gran escala por terminar, siniestros por reparar…todo un santuario aeromodelista donde se aprecia el esfuerzo y dedicación invertidos. A mí personalmente me resulta muy útil presentarle a mi mujer fotos de los talleres de los demás para minimizar el desorden en el que nos podemos ver inmersos cuando trabajamos en algún proyecto:
-¿Lo ves?, ¡fulanito lo tiene peor que yo! 🙂
Nos dirigimos a Lanzahita (Avila) donde tienen ubicada la pista y tras las presentaciones de rigor con el resto de compañeros enseguida
se pone en marcha y nos deleita con los vuelos que podéis ver en el video.
También tuvimos ocasión de intentar poner en vuelo 2 autogiros propios que había llevado para la ocasión pero que acabaron por los suelos.
¡Qué calvario mas grande, señor!
Dicen que el tamaño importa… ¡y vaya si importa!. Instintivamente, mientras observaba los pedazos de mi autogiro recordaba las palabras de Migueleme cuando me describía las bondades de la escala de su C4 (lo acabaré sí o sí, tranquilos).
La pista en sí era una gozada, pero el frío como os podéis imaginar nos invitaba a recoger los bártulos y regresar.
Emilio tuvo a bien cederme uno de sus autogiros escuela para practicar y como colofón unas cervecitas y unos mejillones en salsa de toma pan y moja.
Desde aquí quiero agradecerle personalmente (y en nombre de nuestro Club) su amabilidad, con la seguridad de que asistiremos al estreno de ese gran autogiro que tanto va a dar que hablar entre los aficionados al aeromodelismo.
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