Empezamos el año con fuerzas renovadas y ganas de iniciar nuevos proyectos y ..por qué no , terminar los ya empezados.
Durante la mañana (fría pero soleada) asistimos al primer vuelo con aterrizaje autónomo de un avión de ala fija en nuestro campo de vuelo.

Ni que decir tiene que pese a lo asistido de la maniobra la cantidad de factores que hay que tener en cuenta a la hora de planificar este tipo de vuelos (capacidad sustentadora del modelo , peso , velocidad y dirección del viento…) son muchas , lo que hace que valoremos especialmente este hito.

Los puristas siempren diran que esto no es volar (y en parte no les falta razón) , pero lo cierto es que siempre es postivo explorar lo que a día de hoy nos ofrece la tecnología para poder valorar su uso en otro tipo de aplicaciones no recreativas sino profesionales.

Aunque todavía detectamos fallos en la aproximación a pista y/o altitud , como para fiarse al 100% …seguro que con el tiempo se logran mejoras significativas en este campo.

Completamos la mañana de vuelos con algún que otro restregón de autogiro que ya son norma de la casa.