Nada más llegar y bajar al centro de la pista para no perder detalle, nos llama la atención la delicadeza de estos aviones construídos en su mayor parte con deprón (aligerado al máximo ) , varillas de carbono y celofán .
Las estructuras se refuerzan con auténticas marañas de hilo que ríete tú de la arboladura del Juan Sebastián Elcano.
No es de extrañar que todos los participantes guarden tan preciados aviones en singulares cajas a medida diseñadas adhoc para el modelo de turno.
No esperéis un subidón de adrenalina al ver volar estos aviones , sino el mero disfrute de ver cómo dibujan las 11 figuras de cada manga con extrema precisión , como si las leyes de la gravedad no fuesen con ellos.
Cualquiera desde el desconocimiento diría que vuelan rellenos de helio…pero el único secreto está en el extremo cuidado en la construcción , la optimización de los materiales elegidos y las horas dedicadas a practicar cada figura .
Sin duda es una opción (el vuelo indoor) perfecta para hacer dedos en estos días de invierno tan desapacibles.
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