Yo me había traído el velero Diamond Phoenix de 2m que acababa de terminar la noche anterior, esperando que fuese el digno sucesor del DG-1000 que tantos quebraderos de cabeza me ha dado.
Dejé en manos del maestro el trimado (lo sé , soy un acojonado) y pude dar unas vueltas con él (eso sí , también cedí el aterrizaje porque no me fiaba ni un pelo de mi habilidad con ese velero «de estreno»).
Una auténtica delicia. Subía en vertical con el motor de 1250 vueltas que le había montado y avisaba en todo momento antes de meter ala. Si no la lío antes creo que puede ser un velero escuela perfecto.
Volamos también nuestros corchos habituales, hasta que llegadas las tres de la tarde empezó a soplar el viento con fuerza.
Como teníamos «el mono» , sacamos el Easy Star y el Acromáster .
Mirad como se sustenta el Multiplex sin motor. ¡Es un auténtico globo !
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