Sí chavales. Hoy he recibido el bautismo aéreo en paramotor.

Realmente es una experiencia que recomiendo a todo el mundo. Nuestro compañero Alfonso, experimentado y consagrado piloto, ha tenido a bien el darme una vuelta en paramotor y ver de «primera mano» lo que sienten nuestros aviones al surcar el cielo de nuestro maravilloso municipio.

El tiempo, si bien bastante frío para la época , permitía disfrutar de un vuelo estable y con magníficas vistas. En el transcurso del vuelo hemos tenido la oportunidad de volar mano a mano con un buitre que ni se ha inmutado por nuestra presencia y ha permanecido casi a nuestro nivel durante un buen rato.

Hace ya tiempo tuve la oportunidad de volar en velero y en avioneta, pero la sensación de estar suspendido a 250m en un armazón metálico con el único sustento de 2 manojos de hilos impresiona. Afortunadamente todos conocemos al piloto y la sensación de seguridad es total. El frío apenas se dejaba sentir con el disfrute del vuelo.

Llegado el momento de aterizar (momento siempre crítico según cuentan mis avioncetes :-)) encaramos la explanada con suficiente distancia y tocando casi con las manos las copas de los árboles nos disponemos a tomar tierra. ¡En el sitio! Apenas se siente la toma de contacto y eso que entrábamos a cierta velocidad (unos 50Kmh). ¡Impresionante!

Mi agradecimiento a Alfonso por compartir esta sensacional experiencia.